Es probable que en el tiempo que usted tarde leyendo este informe se registre la muerte de al menos dos personas por covid-19 en Colombia. El peor momento de la pandemia, el que se encuentra hoy en lo más alto de la tercera ola y no da señas de ceder, está reportando dos fallecidos cada cinco minutos, a un ritmo de más de 24 por hora o, lo que es igual, de casi 600 vidas diarias; o, si se quiere, 42 familias en luto en lo que dura un partido de fútbol.
Se trata de un momento epidemiológico y de máximo estrés para el sistema de salud sin precedentes que, por supuesto, aceleró la llegada de una cifra tan simbólica como aterradora. Hasta el sábado se habían confirmado 99.335 decesos por el virus, y con los próximos reportes Colombia superará, seguramente, las 100.000 víctimas confirmadas de esta tragediay se convertirá en el décimo país del mundo en quebrar ese triste récord.
Una tragedia que en Colombia ha matado en promedio a 216 ciudadanos cada día desde el 16 de marzo del 2020, cuando se presentó el primer fallecimiento. Y que en este tiempo ha hecho de los hombres mayores de 60 años las principales víctimas del virus. En concreto, tres de cada cuatro defunciones fueron en personas de 60 años o más y el 61,57 por ciento de todos los decesos eran hombres.
Una tragedia que puede ser incluso mayor si se tiene en cuenta que, de acuerdo con los informes de mortalidad del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), hasta el pasado 9 de mayo había otras 17.865 muertes en estudio pues se consideran sospechosas de covid-19.
Ese análisis del Dane deja ver que para entonces, los decesos del covid-19, tanto en casos confirmados como sospechosos, daban una tasa de 72,2 fallecidos por cada 100.000 habitantes en el territorio nacional; un indicador que en el Atlántico subía a 147,8; en Amazonas, a 113,1 y en el Quindío, a 98.
Además, dicho informe reveló que uno de cada cuatro difuntos por el virus estaba casado; uno de cada cinco tenía solo educación primaria; que los estratos 1, 2 y 3 concentran el 87,1 por ciento de estas defunciones, y que el 6 por ciento de las muertes confirmadas se registraron en casa o fuera de los hospitales.
Una tragedia que, valga recordar, solo presupuestaba una mortalidad de estas dimensiones en sus peores escenarios. En junio del 2020, al contextualizar una respuesta oficial enviada a la Corte Constitucional en la que se hacían proyecciones de la afectación del Sars-CoV-2 a final de año, el Instituto Nacional de Salud (INS) indicó que si la pandemia no modificaba los indicadores que tenía en la primera flexibilización de la cuarentena el 27 de abril (número reproductivo efectivo de 1,37), se podrían presentar 41.622 fallecimientos por covid-19 para el 31 de diciembre, en un rango de 15.115 a 55.411.
Y, justamente, el propósito de las medidas era lograr la menor mortalidad posible, según dijo en su momento la directora del INS, Martha Ospina. Sin embargo, de acuerdo con el Dane, el año pasado, el covid-19 causó 51.156 muertes confirmadas y otras 13.517 que siguen bajo investigación.
Según algunas proyecciones no oficiales, este nivel de mortalidad solo se alcanzaría en julio y en un escenario pesimista frente a los factores que afectan el desarrollo de la pandemia.
Ahora, al llegar a los 100.000 fallecimientos, la pandemia igualó las cifras de muertes del año pasado en menos de seis meses y el número reproductivo efectivo (contagios que causa una persona infectada) se ubica en 2,05, lo más alto de la pandemia.
“Los 100.000 muertos son la evidencia de que esta situación inédita nos superó a todos. Y hay que tener la humildad para aceptar que frente a la agresión de un virus no hay nada escrito y lo que enseña diariamente debe ser la base para aplicar medidas que están lejos de ser las definitivas”, afirma Pedro Cifuentes, experto en salud pública.
Ninguna enfermedad de la que se tenga registro ha causado tantas víctimas en tan poco tiempo en Colombia, al punto de que el covid-19 se constituyó en la primera causa de muerte, fue responsable el año pasado de uno de cada cinco decesos y a lo largo de la pandemia ha provocado un exceso de mortalidad superior al 38 por ciento, según los datos del Dane hasta el pasado 9 de mayo.
La tercera ola
El análisis del Dane no alcanzó a incluir la mayoría de la mortalidad que ha dejado la tercera ola, que sigue aumentando y ha resultado devastadora a niveles inimaginables. De hecho, los decesos confirmados desde el 15 de marzo –cuando empezó a elevarse– representan el 37 por ciento de todos los reportados y ya son más que los que se presentaron en los dos picos anteriores (julio-agosto y diciembre-enero).
Lo más preocupante es que la tercera ola –una meseta en forma de tsunami– sigue creciendo. En las últimas tres semanas, las muertes han aumentado a un ritmo de 3 por ciento y lo más probable es que este domingo se cierren siete días con más de 4.000 fallecimientos reportados.
El promedio diario de decesos reportados por el virus refleja esa mortalidad disparada. En la semana del 15 al 21 de marzo, cuando comenzó a crecer, ese indicador estaba en 126; un mes después (del 12 al 18 de abril) se ubicaba en 348; a mediados de mayo (del 17 al 23) llegó a 489, y en lo corrido de esta semana (del 14 al 19 de junio) alcanza los 593.
Todo esto, jalonado por el momento epidemiológico en Bogotá, Cundinamarca, Santander, Bolívar, Cauca, Córdoba, Boyacá, Tolima y Meta.
La salubrista Elizabeth Beltrán es clara en que en la pandemia hay factores que se pueden modificar para atenuar los efectos, como la interacción entre personas, la vacunación y la pedagogía hacia la gente para aplicar medidas conocidas, algo que debe revisarse a diario porque “evitar una muerte merece todo esfuerzo”.
Uno de los países más afectados
Con la confirmación que se dará esta semana de los 100.000 fallecimientos por el covid-19, Colombia se convertirá en el décimo país del planeta en alcanzar esos niveles de mortalidad en números absolutos. En el balance general, Estados Unidos (617.073), Brasil (500.800), India (386.740), México (230.959), Perú (189.933), Rusia (128.911), el Reino Unido (127.970), Italia (127.253) y Francia (110.724) son los otros en la parte alta de ese escalafón.
De ese grupo, solo Perú (5.684), Brasil (2.340), Italia (2.108) y Colombia (1.932) están entre los primeros 18 de la lista cuando se analiza la mortalidad de la pandemia por cada millón de habitantes. Sin embargo, el impacto que ha causado la tercera ola ubica a Colombia como el tercer país del mundo con más víctimas del covid-19, según los datos del 13 al 19 de junio. En ese tiempo Colombia reportó 4.143 fallecimientos, solo por detrás de Brasil (14.271) e India (10.503).
Pero al mirar la tasa de muertes por cada millón de habitantes, Colombia está esta semana por delante de ellos (80), pues los brasileños tienen 67 en ese indicador y los indios, diez veces menos (8) y con una reducción del 33 por ciento frente a los siete días previos.
Foto: Javier Nieto Álvarez / ETCE
Por: CARLOS F. FERNÁNDEZ Y RONNY SUÁREZ. UNIDAD DE SALUD
Tomado de: Eltempo.com
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