Servicio Social Obligatorio: componente fundamental en la integración de competencias médicas
Comunicaciones FMC | febrero 8 de 2024
Tomado de: https://www.radionacional.co/noticias-colombia/hospitales-publicos-de-quibdo-32-dias-sin-servicio
El pasado 23 de enero se realizó, mediante sorteo, el primer proceso de asignación de plazas para el Servicio Social Obligatorio (SSO) del 2024. También conocido como “rural”, este tiene una duración mínima de 6 meses, máxima de un año, y debe ser prestado por graduados en medicina, enfermería, odontología, bacteriología, fisioterapia, nutrición y dietética, fonoaudiología, química farmacéutica, optometría, terapia ocupacional y terapia respiratoria, en zonas rurales y urbanas de todo el país. Existen 4 tipos de SSO: 1 por sorteo que se realiza cuatro veces al año, y 3 llamados “especiales” que son por asignación directa (fuerzas armadas, investigación y docencia/prestación de servicios). El SSO está reglamentado por el artículo 33 de la Ley 1164 de 2007 que dicta disposiciones en materia del talento humano en salud.
Tabla cortesía del Dr. Erwin Hernández Rincón
Del total de las 1407 plazas asignadas, 1126 fueron para medicina. Dado que en Colombia se gradúan en promedio 6 mil médicos al año y que no hay plazas suficientes para hacer el rural, quedan muchos eximidos de prestar este servicio. Quienes resultan sin plaza asignada en el sorteo pueden inscribirse en el RETHUS (Registro único Nacional de Talento Humano en Salud) y obtener su Tarjeta Única de Identificación Profesional con la cual podrán ejercer profesionalmente en todo el país.
El debate sobre si debe eliminarse o no este servicio aparece regularmente. En 2021, la Asociación Colombiana Médica Estudiantil (ACOME), junto a Sepsa Abogados, realizó una conferencia dirigida a estudiantes de medicina sobre “las problemáticas que enfrentan hoy nuestros rurales” (ver aquí). Recientemente, circularon varias quejas y críticas en las redes sociales de médicos y médicas que consideran inconveniente este requisito y manifiestan su desacuerdo frente a las nuevas directrices del Ministerio de Salud y Protección Social. Tal es el caso de @missakathisia en X quien publicó el 24 de enero de 2024 este mensaje: «Vamos a recopilar foticos de situaciones denunciadas por médicos rurales. Ya que @minsaludcol y @edilma_suarez piensan que es puro “show de redes sociales”». MinSalud le apuesta a la continuidad del SSO, tanto que ha manifestado la intención de que se reduzcan al mínimo las causales de exoneración.
Sobre esto hablamos con el médico salubrista Erwin H. Hernández Rincón, profesor de la Universidad de La Sabana, experto en el tema. Hizo parte de la mesa técnica del SSO en MinSalud en representación de todas las universidades y es consultor en la OPS. Tiene maestría en atención primaria y una tesis de doctorado sobre el modelo de atención primaria. Creó un observatorio en la misma universidad para documentar los casos de SSO: situación laboral, salarial, normativa, etc. Su postura es neutral, es decir, considera que el rural es muy importante y debe mantenerse, pero bajo ciertas condiciones. “La región de América Latina es una de las más inequitativas en salud del mundo, se presentan muchas barreras de acceso. El SSO nace como una iniciativa de la OPS, una recomendación a los países con el fin de responder a dichas inequidades”. Reconoce que los gobiernos muchas veces entienden el SSO de manera reduccionista, dicho de otro modo, que sólo sirve para cubrir lugares que el Estado no cubre, y olvidan que el rural cumple unas funciones muy importantes. “El médico que se expone a la comunidad como parte de su proceso de formación es un médico que es más sensible y mejor ser humano. Si durante su proceso formativo no tuvo esa exposición, es importante que la tenga en su SSO, por eso tiene toda la relevancia del mundo. Sirve para darle ese sentido social que tiene la medicina, porque la medicina también es una profesión social, al servicio de las personas; es un componente para mejorar la integración de las competencias médicas”.
Frente a las quejas de los médicos es claro al decir que “en muchos sitios el Estado terminó por desconocer los derechos de estos médicos en rural. Muchos son vulnerados durante el proceso, sin mecanismos de defensa. El porcentaje de médicos que se quieren exonerar es muy alto, y cada día se incrementa. Están desmotivados por los abusos de los gerentes, porque en las plazas que les asignan no hay recursos para trabajar entonces no pueden ser resolutivos como se les exige”. Lo afirma a partir de la observación y documentación de casos. Aunque el desánimo de los recién graduados no se explica sólo por esto. Hay otras razones: “Las nuevas generaciones no quieren hacer rural porque prefieren pasar inmediatamente a la residencia. Esto también se deriva del enfoque hospitalo-centrista y medicalizado que tiene la formación en el país. La medicina general se ve como un paso intermedio y no como un paso final. En el Reino Unido y Canadá, donde funciona muy bien la atención primaria, un médico general es reconocido por la sociedad, lo miran con orgullo. Pasa lo contrario en Colombia donde no se reconoce al médico general, pero sí al especialista”.
De acuerdo con el Dr. Hernández, hay que brindar más incentivos para que los médicos hagan el rural más a gusto. Así lo manifestó a la dirección de Talento Humano de MinSalud. Por ejemplo, en Brasil el SSO es muy bien percibido gracias a los estímulos salariales, capacitaciones, exoneración de créditos estudiantiles, entre otros beneficios que general.
Los rurales podrían prestar su servicio en los CAPS (Centros de Atención Primaria en Salud) que se van a construir en todo el país, lo que permitiría que todos los médicos que se gradúan anualmente presten su SSO, “siempre y cuando se garantice la continuidad y la sostenibilidad (principios de la atención primaria) con la permanencia de un médico familiar que les sirva de soporte y guía”.
En conclusión, eliminar el Servicio Social Obligatorio no es apropiado. Más bien debe fortalecerse por medio de incentivos, del mejoramiento de las condiciones laborales y de un proceso de sensibilización de todos los actores del sector salud sobre la importancia de este servicio para las comunidades y para la formación científica y humana de cada profesional. “Necesitamos que el Estado, el tomador de decisiones (gerencia de hospitales e IPS) y la población en general valore más el servicio que brinda el rural”.
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