Con el objetivo concientizar y sensibilizar a nuestra sociedad sobre el impacto de una condición cada más visible, el Día Internacional del Síndrome de Asperger es conmemorado cada 18 de febrero desde 2007 en memoria a Hans Asperger (1906-1980), Médico Pediatra e investigador de origen austriaco, quien identificó ciertos rasgos de la conducta infantil en 1994.
De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales en su Cuarta Edición, es considerado como uno de los Trastornos Generalizados del Desarrollo, no obstante, en la Quinta Edición se establece como uno de los Trastornos del Espectro Autista, siendo así más inclusivo en los síntomas asociados a esta condición, lo que permite que más individuos lleguen a verse identificados.
Los Trastornos del Espectro Autista se caracterizan por una serie de anomalías o alteraciones neurobiológicas implicadas en la conducta social, un déficit en la capacidad de comenzar y mantener comunicación e interacción social, así como ciertos patrones de comportamiento repetitivo y riguroso.
En el marco de la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista, publicada en el Diario Oficial de la Federación de México el 30 de abril de 2015, se revela que uno de cada 300 infantes se enfrenta con el espectro, y año con año se registran más de 6 mil nuevos casos.
En los últimos años unos cuantos investigadores y especialistas consideran al Síndrome de Asperger como Autismo de Alto Funcionamiento, debido a la falsa creencia de que los individuos no presentan problemas en el funcionamiento cognitivo. Sin embargo, no es conveniente generalizar, existen individuos con o sin un diagnóstico y un tratamiento, con un desempeño cognitivo inferior, igual o superior a la media.
Aunque es cierto que quienes presentan esta condición llegan a mostrar una magnífica memoria, suele ser selectiva a intereses restringidos, por ejemplo, infantes en edades tempranas tienen la capacidad de recordar los nombres de los dinosaurios, sin embargo, esto no los convierte en superdotados porque la inteligencia involucra otras áreas del funcionamiento.
Los individuos con Síndrome de Asperger tienden a encontrar el mundo caótico o confuso, su mente es rígida, lógica y literal, esto se traduce en una gran dificultad para entender cuando los demás se expresan utilizando el lenguaje figurado o el lenguaje corporal, lo que ocasiona que puedan llegar a sentirse excluidos.
En estos déficits destaca una disminuida capacidad para la reciprocidad emocional o para establecer relaciones afectivas. Una situación común es que se les considere egoístas al manifestar conductas o expresiones carentes de empatía, sin filtro o sin congruencia en determinado contexto social.
En algunos casos el diagnóstico surge en virtud de la existencia de otro familiar con la misma condición, cuando en retrospectiva son analizadas y comparadas ciertas conductas. La valoración es clínica e involucra a diferentes disciplinas, consiste entre otras cosas, en instrumentos de evaluación realizados mediante entrevistas, así como observación con el objetivo de construir un perfil no sólo del funcionamiento cognitivo, sino también del funcionamiento en otras áreas.
En estos individuos es común encontrar comorbilidades o condiciones secundarias como ansiedad o depresión u otros trastornos como déficit de atención e hiperactividad, incluso otras manifestaciones físicas como problemas gastrointestinales o una constancia de alergias a ciertos alimentos. Esto representa que sutratamiento no sea universal, la intervención comprende una serie de especialistas, así como de la familia y la escuela.
El Síndrome de Asperger se manifiesta durante el desarrollo, en la infancia temprana, sin embargo, entre menos intensos son estos síntomas, tanto padres como pediatras tienden a normalizar conductas considerándolas como etapas, por ejemplo, cuando un niño muestra marcado interés en comer ciertos alimentos o jugar con ciertas cosas; también tienden a asumir dichas conductas como una alteración en la crianza o una carencia de límites, incluso son confundidas con berrinches, por tal motivo es notorio más tarde, en un estado más avanzado, cuando las demandas sociales comienzan a tomar relevancia en el individuo y necesita un respuesta al por qué de su comportamiento.
En nuestro país, aún cuando no existe una estimación exacta, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) refiere al menos la existencia de 45 mil infantes con esta condición, además se considera una estadística en crecimiento en virtud de la erradicación de estigmas gracias a la información, así como los nuevos centros para su diagnóstico y tratamiento.
Con información de la Doctora Laura Barrientos Nicolás, académica en el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina UNAM. Especialista en Psiquiatría en el Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente Muñiz” y Psiquiatría en la Infancia y Adolescencia en el Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”.
Nota original de: +SALUD Facultad de Medicina UNAM
Autora de la nota: Abigail Moreno / Ilustración: Gabriel Espinosa
Fecha de publicación: 17 de febrero de 2021
Tomado de: https://unamglobal.unam.mx/
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