Un diagnóstico de cáncer es difícil de asimilar y más aún cuando se trata de un niño o adolescente. Ningún padre está preparado para recibir una noticia que genera sentimientos como angustia, incertidumbre, ansiedad y tristeza, a lo que se suman cambio a nivel cognitivo, físico y conductual. Así asegura Aisha Khan, psicóloga clínica del área de Pediatría Oncológica del Instituto de Oncología “Dr. Heriberto Pieter”.
Desde el momento del diagnóstico el psicólogo tiene una participación activa, pues acompaña al médico cuando explica a los padres o tutores en qué consiste la enfermedad, y es quien se encarga del acompañamiento en el proceso. Aquí se evalúan las estrategias de afrontamiento del paciente y de la familia como núcleo, brindando herramientas que promuevan una buena adaptación para disminuir las secuelas psicológicas.
Es de vital importancia psico-educar a los padres y cuidadores para que puedan adaptarse a un nuevo estilo de vida y lleven al pie de la letra el tratamiento médico acompañado de la parte psicológica. “A veces suspenden el tratamiento porque la angustia es muy grande”, asegura la licenciada Khan. Esta situación incide en la evolución de la enfermedad.
El psicólogo acompaña y guía a la familia para que pueda retomar rutinas diarias ya que un diagnóstico de cáncer no significa que la vida se detiene. Así asegura Khan. “Va a ver un periodo de tiempo en el que el paciente no podrá ir a la escuela pero eso no implica que no va a tener la oportunidad de seguir aprendiendo”. Asegura que mientras más rápido la familia logre retomar rutinas más fácil será el proceso de adaptación. “Un niño tiene derecho a la educación, al juego, claro está, con el debido cuidado”, agrega la especialista.
Se debe destacar que surgen interrogantes como: ¿qué va a pasar ahora?, ¿cuáles cambios se van a presentar?, ¿cómo puedo apoyar a mi hijo? Hay que tener bien claro que la dinámica familiar va a cambiar y es normal que los hermanos puedan sentirse desplazados, por eso es importante enseñarles a los padres o tutores a cómo manejar la información en casa. “Es importante hacerles entender que su hermano está atravesando por un proceso de salud e involucrarlos en las tareas del hogar como ayudar a mamá o a papá en la cocina, preparar un cálido recibimiento con un letrero para cuando el niño llegue del hospital”. De esta manera se sentirán parte importante del proceso.
¿Debo ocultarle a mi hijo que tiene cáncer?
Muchos padres ocultan la verdad para proteger a su hijo. “Lo cierto es que el niño se siente desprotegido e inseguro cuando le hablamos mentira”, dice la psicóloga. También se habla del pacto del silencio que se da en el entorno médico, donde se oculta el diagnóstico o la gravedad de la enfermedad para evitar el sufrimiento. “Es un acto de amor muy mal enfocado porque al final lo que estamos haciendo es mentir y las secuelas emocionales que tiene ese silencio son mayores a eso que entendemos que vamos a impedir”, dice.
Khan asegura que la explicación sobre la enfermedad siempre va a estar condicionada a la edad del niño, por su madurez y capacidad de entendimiento. Pero la más importante de todo esto es hacerles comprender que la enfermedad no es su culpa sino que son situaciones que suceden por la misma composición genética del cuerpo.
Por último, es importante no perder la fe y la esperanza, siguiendo las recomendaciones de los especialistas para ganarle la guerra al cáncer.
Día Internacional de Lucha Contra el Cáncer Infantil
Se celebra el 15 de febrero, fecha proclamada por Luxemburgo, con el objetivo de crear consciencia sobre el cáncer infantil y expresar apoyo a niños y adolescentes. Según el sitio web oficial de la OPS, en septiembre del 2018 la OMS presentó una iniciativa mundial para lograr en el año 2030 el 60 % de supervivencia de los niños con cáncer.
Por:Bernadette Sánchez Especial para Listín Diario Santo Domingo
Tomado: listindiario.com
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