“La participación ciudadana es esencial para garantizar una gestión responsable de los recursos públicos en el sistema de salud”. Así se presenta Vicente Calvo en Twitter (ahora llamada “X”). Esta frase resume muy bien su trabajo como ciudadano independiente preocupado por entender cómo funciona la contabilidad de las EPS. De manera voluntaria y ad honorem, @vcalvot se ha dedicado los últimos meses a analizar los estados financieros de las EPS con la autoridad que le da su experiencia de más de 35 años. Con un ánimo pedagógico ha procurado difundir los resultados de su estudio valiéndose de herramientas comunicativas digitales. Su presencia en la red social cada vez toma más relevancia y sus seguidores aumentan significativamente (tiene 12 mil quinientos), puesto que ha demostrado seriedad en sus estudios, con pruebas a la mano, y trata de expresarse de una manera comprensible para todos. Es tal la fuerza que tomado su proyecto, que ya creó una página Web (dondeestalaplata.com) donde archiva y publica los datos encontrados. Ahí se pueden consultar dos libros de Excel (EPS e IPS) con los datos crudos de 2021 y 2022 de los estados financieros de las EPS, con módulos de consulta por empresa y por cuentas. Dado que es una iniciativa ciudadana que no está atada a ningún partido, movimiento u organización, Vicente Calvo creó una Vaki para recibir donaciones y cuyo link se encuentra en dondeestalaplata.com. Con ese aporte financia la labor, aunque no en su totalidad, porque el volumen de información es muy alto y ha tenido que vincular a cinco personas. Manifiesta no estar en contra ni a favor de ningún gobierno en particular. Sólo es un ciudadano que quiere saber qué sucede con los recursos públicos; dónde, cómo y por qué se gastan y/o invierten. “Mi única obligación es con la gente, que se entere de lo que está sucediendo”, señala.   

De acuerdo con la Función Pública, “el estado de situación financiera presenta en forma clasificada, resumida y consistente, la situación financiera de la entidad a una fecha determinada y revela la totalidad de sus bienes, derechos y obligaciones, y la situación del patrimonio. El estado de resultados presenta la partida de ingresos, gastos y costos de la entidad, con base en el flujo de ingresos generados y consumidos durante el periodo”. Los estados financieros de las EPS nunca habían sido analizados de manera pública por un experto independiente. Un hecho trascendental en un país donde la ciudadanía, cansada de tanta corrupción política y engaño de los medios de comunicación, se ha vuelto indiferente frente a la rendición de cuentas de quienes administran los recursos públicos.

Los hallazgos de Vicente Calvo dan cuenta de una situación muy grave que tiene que darse a conocer. Entre ellos, quizá el más importante es que “la mayoría de las EPS incumplieron al no invertir sus reservas aprovisionadas”. Un incumplimiento “reiterado” del Artículo 2.5.2.2.1.10 Decreto # 995 del 13 de junio de 2022. Inversión de las reservas técnicas que está publicado en varios decretos desde hace más de 10 años. “El no cumplimiento estricto es el verdadero causante del desangre del sistema”.

Estamos frente a una evidencia de conocimiento público y de gran magnitud. La pregunta es: ¿por qué los medios de comunicación, los periodistas reconocidos y los entes de control no han tomado esta información como base de una investigación exhaustiva? ¿A qué se debe tanta indiferencia frente a estos análisis? ¿A quién o a quiénes no conviene que estos datos de Vicente Calvo se difundan masivamente y se den a conocer?

El trabajo de @vcalvot ha despertado amor y odios. De un lado, están quienes encontraron en los análisis de este experto contable otro argumento de peso para defender la reforma a la salud (Proyecto de Ley 339 de 2023) que busca que las EPS, que pasarán a llamarse “Gestoras de salud y vida”, dejen de administrar recursos públicos. De otro lado, están quienes apoyan la continuidad de las EPS considerándolas empresas ejemplares, y atacan con insultos y comentarios mal intencionados cada publicación de Calvo.    

Es contundente en sus afirmaciones (todas sustentadas con números), por ejemplo, cuando dice: “los estados financieros de las EPS dicen que están acabadas hace años, tanto así que dicen operar y cuidar enfermos con patrimonios negativos (generados por romper la norma y apoyados por las autoridades existentes de antes y ahora)”. O cuando asevera: “un sistema de salud que permitió en el 2014 respaldar activos de una aseguradora con intangibles por más de 1 billón de pesos, lo hace totalmente inviable desde ese entonces”. Esta “genialidad” se originó en el ente regulador de la salud del país y los organismos de control no actuaron en consecuencia en el momento que se aprobó. A lo cual se le suma la permisividad durante años (15 al menos) de las autoridades al relajar las medidas de cumplimiento de indicadores de capital mínimo, patrimonio adecuado y del régimen de inversión de reservas técnicas. El resultado de todo esto es que “al sistema le han exprimido con otros fines, posiblemente, más de 50 billones de pesos a valores actuales. Un golpe brutal al patrimonio público y quien sabe si una de las mayores estafas conocidas a nivel mundial cuando se relaciona con el PIB del país” (publicación del 2 de octubre de 2023 en X). El hecho de no resguardar las provisiones genera una “distorsión financiera terrible”, eso hace que la relación aritmética entre ingresos, costos y gastos no sea creíble. “La mayoría de EPS vienen desde hace años con patrimonios negativos debido a esa irregularidad. Es una clara demostración de que sus costos reflejados son falsos” (publicación del 3 de octubre de 2023 en X).  

Después de analizar los estados financieros de las EPS, se quiere concentrar en los estados financieros de las 50 IPS más grandes del país, con el fin de correlacionarla en busca de resultados que seguramente mostrará en su momento. Hasta ahora, nadie ha refutado sus datos ni su argumento que se fundamenta en la denuncia del rompimiento de las normas internacionales de información financiera NIIF por parte de las EPS (leer sobre Comité de supervisión bancaria de Basilea, y la International Association of Insurance Supervisors para las compañías de seguros recogidas en los documentos que se conocen como Basilea I, II y III y Solvencia II, respectivamente), al no resguardar las reservas técnicas (aseguramiento “virtual”). Son 8.5 billones que no aparecen. A ningún ciudadano, desde una red social pública, se le había ocurrido consolidar todas las EPS. Vicente Calvo dice que lo hizo “por curiosidad” y a partir de ahí apareció “el gran hueco”. Las reservas que suman 13.5 billones sólo tienen 5 invertidos. Faltan 8.5. ¿Dónde está la plata que debió destinarse exclusivamente a curar enfermos y a salvar vidas?