“El confinamiento en casa por la pandemia ha sido útil para afrontar el covid-19. Sin embargo, en promedio los colombianos han aumentado de peso debido al incremento de las horas de sueño, disminución en el tiempo de actividad física y aumento de consumo de alimentos empaquetados, lo cual ha elevado el riesgo de sobrepeso y obesidad”, señaló el doctor Hernán Yupanqui, endocrinólogo y director de la Asociación Colombiana de Obesidad (Funcobes).
Aunque las familias tienen más espacio para cocinar y mejorar los hábitos alimenticios, para ampliar la ingesta de legumbres, frutas y verduras, desafortunadamente han incrementado el consumo de alimentos empacados e hipercalóricos, probablemente debido al aburrimiento y el estrés producido por el confinamiento a causa del virus, afirmó el endocrinólogo.
Las estadísticas sobre los cien primeros fallecimientos por el covid-19 muestran que 12 de esos colombianos tenían comorbilidad de obesidad, de acuerdo con la investigación realizada por Alejandro Marín, titulada ‘Características clínicas básicas en los primeros 100 casos fatales de covid-19 en Colombia’, para la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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Poco a poco el país va aprendiendo la lección de los daños que causa la obesidad,aunque falta camino por recorrer en estrategias para promover una alimentación balanceada y saludable, regulación en grasas saturadas, etiquetado, sobre el consumo de alimentos y bebidas en centros educativos y otros objetivos fijados en la citada Ley 1355, señaló Yupanqui.
Sindemia y obesidad
La realidad vivida nos obliga a fortalecer estas medidas de prevención contra la obesidad por los riesgos que ella conlleva contra la vida, tanto en situación corrientes como también en la actual emergencia por el covid-19, lo cual pone en evidencia el endocrinólogo Iván Darío Escobar, señalando que la revisión de varios estudios aportó una excelente serie de metaanálisis sobre la relación de la obesidad con el covid-19, que se resume así: los individuos con obesidad tienen 46 por ciento mayor riesgo de infectarse con el virus, tienen 113 por ciento mayor riesgo de requerir hospitalización, tienen 74 por ciento más oportunidad de ser ingresados a una unidad de cuidados intensivos y, además, tienen 48 por ciento mayor riesgo de morir por el covid-19.
Resalta Escobar que “la pandemia del covid-19 ha ocurrido en momentos cuando están en incremento las pandemias de obesidad y diabetes en todos los países del mundo. Con las medidas de confinamiento se ha aumentado el sedentarismo, por la restricción en la movilidad de las personas y el teletrabajo, y ha cambiado la forma de alimentarnos, con mayor ingesta calórica”.
Existe actualmente un choque deenfermedades crónicas (obesidad y diabetes) con una infecciosa (covid-19). Las primeras producen alteraciones inmunológicas que magnifican la última, y esto, en el marco de situaciones de inequidad social, económica, y de servicios de salud para la población, han conllevado a una “sindemia”, es decir, cuando “dos o más enfermedades interactúan de forma tal que causan un daño mayor que la mera suma de estas dos enfermedades”, señaló Escobar.
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En este sentido, el endocrinólogo Hernán Yupanqui asegura que los pacientes obesostienen una mayor concentración de varias citocinas proinflamatorias (hormonas) como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF alfa) e Interleukina6 (IL-6), producidas principalmente por el tejido adiposo visceral y subcutáneo, que podrían tener un papel sinérgico en la infección por Sars-CoV-2, promoviendo formas graves de la enfermedad.
La presencia de obesidad se asoció con un aumento aproximadamente tres veces mayor de tener covid-19 grave, dijo el doctor Yupanqui.
Por ahora, la recuperación
De acuerdo con Yupanqui, la decisión del paciente por querer estar en un peso normal es el primer paso para iniciar un tratamiento.
Es imprescindible que el paciente tome conciencia de tener un peso acorde con su estatura, porque no solo disminuirá la mayor morbimortalidad por la infección por covid-19, sino la presencia de enfermedades crónicas que también tienen un gran impacto en la población colombiana.
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La atención en recuperación a las víctimas obesas (y no obesas) del virus es una de las prioridades del momento, dice el especialista Iván Darío Escobar, quien además agrega que la gran mayoría de los pacientes por covid-19 tienen una buena recuperación y su regreso a las actividades cotidianas, entre ellas sus ejercicios físicos, puede ser de manera rápida.
Prevención desde la infancia
En esta conmemoración del día y semana nacional de lucha contra la obesidad, lo indicado es dedicarnos a actuar en materia de prevención, como lo señala el endocrinólogo Escobar en los siguientes consejos en cada etapa de la vida:
Desde la gestación, creándole al feto un medio ambiente metabólico intrauterino lo más sano posible para evitar cambios epigenéticos que lo llevarían a la obesidad, y a otras alteraciones cardiometabólicas en la vida postnatal.
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Es preciso promover la lactancia materna como mínimo en los primeros seis meses de nacimiento, pero ojalá en los dos primeros dos años de vida, con la inclusión de la alimentación complementaria de una forma progresiva y sin excesos.
En la primera infancia, debemos generar a los niños medioambientes saludables, con la práctica de una alimentación provechosa, y de actividad física acorde con sus edades, que para esa época de la vida se traduce en juegos.
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En la adolescencia y juventud, procurando igualmente una alimentación saludable, evitando el consumo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, y promoviendo la actividad física, que para esas épocas de la vida se traduce en juegos deportivos y baile, entre otras.
En la vida adulta y senectud se debe mantener una alimentación balanceada y la práctica continua de actividad física. Para todas las épocas de la vida se deben evitar el sedentarismo y los medioambientes obesogénicos.
Por: Unidad Salud
Tomado de: Eltiempo.com
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