Al cumplirse un año de la llegada del COVID-19 a Colombia, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, analiza qué hicimos bien y mal frente a la pandemia. Advierte que no podemos confiar en que la vacunación nos salve del tercer pico de contagios.
Fernando Ruíz llevaba apenas tres días de haberse posesionado como Ministro de Salud cuando tuvo que anunciarle al país junto con el presidente Iván Duque que había sido detectado en Colombia el primer caso de coronavirus.
Desde ese momento, comenzó para el Ministro una actividad frenética con la que, a pesar del fuerte impacto que ha tenido la pandemia en nuestro territorio, ha logrado mantener la confianza de los colombianos, al punto de que, en los estudios de favorabilidad, es el funcionario mejor calificado del gobierno Duque.
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Un año después, viendo las cosas en retrospectiva, el Ministro reconoce que por falta de información en ese momento, algunas cosas se pudieron haber hecho mejor, pero destaca otras en las que nuestro sistema de salud tuvo una muy buena capacidad de reacción.
En entrevista con Colprensa, habla sobre el ritmo en que se está aplicando las vacunas, que espera acelere significativamente en las próximas semanas; sobre un posible tercer pico de contagios y sobre el riesgo que representan las nuevas cepas de coronavirus.
En este año que llevamos con la pandemia del COVID-19, ¿qué cree que hicimos bien?
Creo que la capacidad que ha tenido el sistema de adaptarse, de crecer en toda la dotación de elementos de protección personal, y que aun cuando hemos tenido dificultades, hemos tenido un acopio suficiente amplio de medicamentos para atender la pandemia en entornos muy complejos a nivel mundial de disponibilidad.
¿Y en qué cree que fallamos?
Yo diría que en donde hemos tenido mayores dificultades es en los temas que tienen que ver con la carencia de evidencia suficiente para poder tomar decisiones. Por ejemplo, el uso del tapabocas hubiera sido ideal haberlo recomendado permanente desde el principio de la pandemia. Pero al principio toda la evidencia indicaba que solamente se recomendaba para quienes estaban enfermos o quienes estaban cuidando un enfermo.
El segundo tema que creo que es crítico es que incentivar a la gente a mantener medidas de distanciamiento físico tuvo un efecto importante al inicio de la pandemia, pero últimamente hemos estado sufriendo por el agotamiento de la gente frente a las medidas. Por ejemplo, el segundo pico que se nos generó a partir de las fiestas de Navidad. Es un pico que si se hubiera mantenido la disciplina de distanciamiento, hubiéramos podido tener unos mejores resultados.
Sí, la repetiría. Logramos cortar la cadena de transmisión de una manera rápida. Los países que no lo hicieron en general han tenido una mayor tasa de mortalidad por población. Yo creo que se logró aplicar en el momento adecuado. Nosotros teníamos la expectativa incluso de hacer otras medidas de cuarentena cuando fuera creciendo el pico, yo creo que hubiera sido ahí sí un error, en tanto que esto hubiera terminado por matar completamente la economía.
¿Qué cree que nos ha revelado el COVID sobre el sistema de salud? ¿Cree que estamos mejor de lo que pensábamos?
Yo he tenido sorpresas. Por ejemplo, en términos de adaptabilidad del sistema de salud. Yo nunca me imaginé que en el sistema de salud pudiéramos avanzar tanto en telemedicina, en consulta domiciliaria, por ejemplo. Multiplicamos prácticamente por 10 las consultas domiciliarias a nivel nacional. Obviamente también tuvimos dificultades en algún momento como las limitaciones que hay en algunas regiones del país con menor capacidad que otras regiones.
Sobre el tema de vacunas, usted dijo que el sistema puede llegar a aplicar unas 100 mil diarias. ¿Estamos colgados con esa meta? Porque estamos alrededor de 20 mil al día. ¿Dónde está el cuello de botella?
El cuello de botella en este momento está en la disponibilidad de la vacuna realmente, porque hemos tenido números relativamente pequeños para arrancar. En la medida en que lleguen números más grandes, ya para la semana entrante ya no vamos a estar hablando de 50 mil o 100 mil vacunas, sino probablemente de millones de vacunas. Ahí vamos a poder ver realmente la capacidad real que podríamos tener y la velocidad a la que podemos crecer porque en este momento tenemos claramente todavía una capacidad instalada de aplicación que no estamos utilizando.
La expectativa es aplicar bastante más que 100 mil, yo creo que deberíamos aplicar cerca de las 200 mil vacunas diarias, y eso nos implica un crecimiento extramural porque en la segunda fase seguramente vamos a tener que empezar a aplicar por fuera de los servicios de salud.
¿Está hablando de grandes espacios en donde haya vacunación masiva?
Masiva en términos de infraestructura. En coliseos, parqueaderos. Especialmente con la población más joven, que tiene menor riesgo de sufrir enfermedad grave. Esta etapa inicial, con las personas adultas mayores y las etapas uno y dos son de mayor cuidado en ese sentido.
Pero hay departamentos en los que el porcentaje de vacunación incluso frente a lo que se ha entregado es bajo, incluso del 10 por ciento o menos. ¿Han hablado con las entidades territoriales para ver qué está pasando?
Nosotros tenemos un Puesto de Mando Unificado, que hacemos todos los viernes, donde revisamos la situación con cada departamento. La realidad es que es un poquito engañoso en estos primeros días, porque en el primer día las vacunas se entregan a Bogotá y Cundinamarca, básicamente; el segundo día se entregan a los departamentos con mayor población, Antioquia, Valle del Cauca, Santander y otros departamentos, Atlántico, y el tercer día se entrega al resto de departamentos. Entonces, usualmente, cuando se mide la estadística los departamentos que tuvieron la vacuna primero tienen una ventaja inicial, pero también es cierto que en departamentos con alta ruralidad y poblaciones muy dispersas, la velocidad va a ser necesariamente más baja.
Pero nos han sorprendido algunos también. Por ejemplo, Amazonas, en este operativo de campo que se está haciendo, va a una velocidad muy satisfactoria.
¿Qué esperan de ese experimento que se está haciendo en Amazonas de vacunar a toda la población?
Los bloqueos epidemiológicos son una práctica común en vacunación. Se usan mucho por ejemplo cuando hay personas que llegan con sarampión, se bloquea una zona completa y se vacuna a las personas. Lo que buscamos aquí es tratar de reducir la circulación dentro del Amazonas y al interior del país de las cepas, especialmente de la cepa brasilera, que puede tener una mayor tasa de contagio, proteger esta caída en el contagio que estamos experimentando en estos días, mientras avanza todo el proceso de vacunación.
Afortunadamente estamos en una etapa de bajo número de contagios, pero se teme que llegue pronto un tercer pico. ¿Creen que se puede dar pronto o que con la vacunación y las medidas de control se logre reducir?
Yo creo que no podemos tener falsas expectativas. La vacunación no va a ser la estrategia para evitar un tercer pico, porque realmente los números a los que está creciendo la vacunación tanto en Colombia como en Europa o en otros países no van a ser suficientes. Para lograr eso, tendríamos que tener vacunado 70 por ciento de la población. De manera que aquí la recomendación es mantener las medidas de tapabocas, de lavado de manos, de distanciamiento físico. Es importantísimo mantener esas medidas a lo largo del presente año.
Y la gran inquietud que tenemos es la Semana Santa. Va a ser un periodo en el que la gente va a volver a tratar de juntarse, vamos a volver a tener efectos de contagio si no mantenemos una disciplina. Ya la evidencia de diciembre nos lo mostró. La mortalidad en la población mayor de 60 años fue bastante más alta en este segundo pico, consecuencia de los contactos al interior de las viviendas.
En términos de tiempo, ¿podemos esperar en algún momento de este año retornar a cierta normalidad o a pesar de la vacuna sigue siendo un tema a largo plazo?
Yo creo que hay que pensar en un mediano plazo. En la medida en que logremos llegar a ese 70%, ojala en algún momento en el próximo semestre, podemos llegar a esa normalidad. El único riesgo real que tenemos es la posibilidad de incumbencia de nuevas cepas para las cuales las vacunas no muestren suficiente eficacia y ese es un tema que vamos a tener que estar vigilando permanentemente.
Hasta el momento, frente a las cepas las vacunas parecen haber mostrado eficacia en general
Sí, hay algunos reportes que hablan de vacunas que no son tan eficaces, pero son reportes en números muy pequeños que hay que esperar estudios consistentes para esperar cuales son los efectos a esperar de estas cepas.
Foto: Colprensa
Por: Colprensa
Tomado de: Vanguardia.com
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