“Velamos por la profesión médica, por su ejercicio ético en condiciones laborales dignas y justas y por
la salud de los colombianos”.

Artículo 3º. Estatutos. Capítulo I

Órgano asesor y consultivo del Estado en materia de salud pública desde 1935 (Ley 67 de 1935 y Ley 23 de 1981).

Más de 80 organizaciones médicas y sociales pusieron a consideración de la alcaldesa Claudia López una serie de recomendaciones para enfrentar el segundo pico de la emergencia sanitaria en la capital. Su idea es que las medidas se enfoquen en frenar el contagio y no en cuarentenas y expandir las UCI.

La gestión del segundo pico de la pandemia en Bogotá no ha sido sencilla. Desde finales de diciembre de 2020, cuando se empezaron a disparar los contagios y las hospitalizaciones por coronavirus, los diferentes gremios médicos vienen alertando sobre las dificultades para atender a los pacientes que llegan a urgencias y, sobre todo, a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

Durante el último mes, las denuncias más recurrentes han sido la falta de insumos y personal para atender a los pacientes más graves, mientras que familiares de pacientes han encendido las alarmas por la ocupación de las camas UCI.

En este aspecto, incluso la Personería intervino para advertir que en una parte de la red hospitalaria se superó el 100 % de ocupación de las UCI, aunque los registros de Saludata, el observatorio distrital de salud, indican que nunca se ha superado el 93 %. Asimismo, el Distrito ha dicho que no hay ningún tipo de desabastecimiento de oxígeno u otros elementos claves para la atención de enfermos graves, chocando en varias ocasiones con los conceptos del personal sanitario que atiende día a día la emergencia.

Esa diferencia de conceptos llevó a que la semana pasada se adelantara un debate de control político en el Concejo de Bogotá. El debate duró cinco sesiones en las que varios cabildantes, soportados en testimonios y evidencias de los gremios médicos y el personal de los centros hospitalarios, criticaron el manejo que le ha dado el Distrito a la emergencia sanitaria en la capital, la ciudad más afectada por un virus que ya deja más de 12.000 muertes y 591.719 contagios.

Por ese motivo se creó una especie de coalición, denominada Asamblea Ciudadana de Emergencia por Bogotá. Está conformada por 82 organizaciones médicas y sociales, el Pacto por la Salud y la Vida, la Asociación Distrital de Trabajadores y trabajadoras de la Educación (ADE). De la iniciativa también hacen parte cinco concejales de tres bancadas: Carlos Leal (Alianza Verde), Carlos Carrillo (Polo Democrático) y Susana Muhamad, Heidy Sánchez y Ana Teresa Bernal (Colombia Humana).

La asamblea fue presentada de forma oficial este lunes mediante una rueda de prensa en la que se hizo un llamado a dar un giro al enfoque de la atención de la pandemia. De acuerdo con los participantes, su principal observación es que la gestión se enfoque en la prevención del contagio y no tanto en la expansión de las camas de UCI y las cuarentenas, como hasta ahora.

“La estrategia hasta ahora utilizada se resume en cuarentenas de emergencia en los picos y un rastreo y pedagogía deficiente en los valles del contagio. Si bien la ampliación de la capacidad hospitalaria es fundamental y se puede hacer más, esta no va a ser suficiente si no se aborda la pandemia desde la salud pública y se desarrolla una estrategia ambiciosa, sistemática y masiva para evitar el contagio”, indicó la asamblea, que criticó además que hasta el momento no se haya tomando ninguna decisión administrativa en este sentido.

Uno de los grandes objetivos de la mesa es que la ciudadanía inicie un proceso para convocar un cabildo abierto distrital, que consideran como única figura que permite citar a la alcaldesa para que los capitalinos puedan presentarle sus peticiones. La idea es que se haga de forma democrática para articular otras iniciativas que permitan cambiar el enfoque en cuanto a la atención de la emergencia. ”El cabildo deberá contribuir a reorientar decisiones políticas y presupuestales de la administración distrital para asegurar los derechos fundamentales de todos y de todas”, indicaron.

Entre esas propuestas que piden a la administración tener en cuenta están hacer un rastreo más efectivo, que se haga de manera proactiva barrio por barrio, con entre 500 y 1.000 equipos médicos. La idea es articular dichos equipos en una sola estrategia de prevención y vigilancia epidemiológica, pues consideran que podría ser de mucha ayuda cuando se inicie el proceso de aplicación de la vacuna.

“Esto implica por lo menos triplicar el número de pruebas, tomar medidas sanitarias por territorios y controlar efectivamente a las EPS para evitar las cuarentenas de emergencia y sin planeación”, manifestó la asamblea, que agregó que han sido varios los llamados de múltiples sectores económicos y la población vulnerable por la insuficiencia de las ayudas económicas y sociales.

Otra de las aristas de la propuesta tiene que ver con el tema educativo. En ese ámbito, la mesa denunció que Bogotá tiene el presupuesto suficiente para garantizar la conectividad de 100.000 estudiantes, pero en este momento hay 350.000 estudiantes de colegios oficiales que no tienen los dispositivos ni la conectividad para continuar sus estudios de forma virtual.

También reiteraron que los médicos han hecho un llamado a la contratación en mejores condiciones de trabajo y que hay muchas quejas de la ciudadanía por el aumento en el cobro de los servicios públicos. Todo esto para afirmar que, pese a que hay críticas desde diferentes sectores médicos, económicos, educativos y desde el Concejo, el Distrito sigue adelante con una estrategia que, a ojos de la mesa, “colapsó”.

Es por eso que las organizaciones y concejales hicieron un llamado a la ciudadanía para que mediante firmas cite al Distrito a un cabildo ciudadano, para que la alcaldesa Claudia López reciba estas y otras propuestas con el fin de dar otras alternativas de respuesta a la crisis que ha generado la emergencia sanitaria.

Por: Redacción Bogotá
Tomado de: Elespectador.com