“Velamos por la profesión médica, por su ejercicio ético en condiciones laborales dignas y justas y por
la salud de los colombianos”.

Artículo 3º. Estatutos. Capítulo I

Órgano asesor y consultivo del Estado en materia de salud pública desde 1935 (Ley 67 de 1935 y Ley 23 de 1981).

En 1953, en la reunión anual de la Federación Médica Argentina, los colegas del país austral conmemoraron 120 años del nacimiento de quien ha sido el mas importante médico en salud pública y medicina tropical de toda América y del mundo, el Dr. Carlos Juan Finlay y Barrés, científico y biólogo cubano, quien propuso y demostró, con la que llamó teoría metaxénica,  que las hoy conocidas como Enfermedades Transmitidas por Vectores (ETV) no se adquieren directamente por contacto con otra persona enferma o con elementos utilizados por ella, sino que son transmitidas por un agente biológico o vector como por ejemplo un mosquito, entre otros.

Nació en 1833 en Camagüey, Cuba. Su padre fue un médico militar escocés que luchó con el ejército de Simón Bolívar en la guerra de independencia y su madre era oriunda de Puerto España en Trinidad-Tobago. Dice uno de sus biógrafos que una vez, mientras rezaba el rosario, el zumbido de un mosquito le llamó la atención y decidió investigar su comportamiento y ciclo vital; gracias a ello observó con precisión las diferencias físicas entre macho y hembra y las consecuencias distintas que sucedían en los humanos al ser picados por uno u otra. Estas observaciones dieron inicio a los experimentos que lo llevaron a dar con el origen de la fiebre amarilla y a su transmisión por la hembra del  Aedes aegypti fecundada. Este, entre muchos, fue el mayor aporte que le dio al mundo el notable cubano.

Los médicos de la Federación Médica Argentina, esos que unos meses antes habían decidido en su reunión recordar los descubrimientos del Dr. Finlay a la medicina y a la humanidad, con la vocería del Dr. Remo Bergoglio, quien participaba en el Congreso Médico Panamericano llevado a cabo en la ciudad de Dallas, Texas, en 1953, propusieron allí, y lograron su aprobación, que en adelante el 3 de diciembre de cada año fuera celebrado como DÍA PANAMERICANO DEL MÉDICO para recordar por siempre el nacimiento de Carlos Juan Finlay, en homenaje a su legado científico y humanístico.

El 14 de agosto de 1881, el doctor Finlay presentó en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana su trabajo denominado “El mosquito hipotéticamente considerado como el agente de transmisión de la fiebre amarilla”, en el que por primera vez evidenció  el hecho que comprobaba su hipótesis de transmisión de enfermedades por un agente biológico externo, llamada más tarde, como ya se dijo, teoría metaxénica. Este descubrimiento no fue recibido por sus colegas con interés sino con indiferencia y burlas pues, en ese entonces y hasta 19 años después, era inconcebible que tan insignificante insecto pudiese transmitir una enfermedad que durante mas de dos siglos había matado al 10% de la población trabajadora de Cuba, a una cantidad importanre del personal militar estadounidense establecido en ese país durante la guerra contra España y a los obreros que trabajaban en Panamá para la construcción del canal interoceánico. En efecto, en 1900 el bacteriólogo y coronel del ejército norteamericano, Walter Reed, presente en Cuba para apoyar a los revolucionarios que luchaban por su liberación del imperio español, demostró la validez de la teoría de transmisión vectorial de la fiebre amarilla propuesta por Finlay como resultado de utilizar plasma de enfermos convalecientes o recuperados de fiebre amarilla en personas que recientemente habían adquirido la enfermedad, entre ellas un grupo de sacerdotes jesuítas que la padecían, con lo cual logró que su duración y severidad disminuyeran, al tiempo que les evitaba la muerte. Luego replicó el experimento en personas antes de que se expusieran a picaduras por Aedes y observó que no adquirían fiebre amarilla, confirmando así su hipótesis. Desafortunadamente el Dr. Finlay no presentó su trabajo con el orden y rigor metodológico suficientes y no fue recibido como lo merecía. Sin embargo mas adelante, 19 años después, la teoría metaxénica fue retomada por Reed quien corroboró su validez conduciendo a la producción masiva de la vacuna contra la fiebre amarilla. De inmediato fue utilizada en la isla y en el canal de Panamá, con el sorprendente resultado de acabar allí la enfermedad en solo 7 meses; posteriormente la teoría metaxénica y la vacuna fueron aplicadas con éxito similar en todo el Caribe. Hoy, en todos los lugares del mundo donde la fiebre amarilla es endémica la vacuna se utiliza en combinación con medidas de cuidado ambiental para evitar la reproducción del mosquito, y de protección personal para prevenir su picadura. La obra del Dr. Carlos Juan Finlay abrió las puertas a un vertiginoso desarrollo de la biología, la medicina tropical, la epidemiología, la salud pública y la entomología.

Así, los médicos recordamos, aprendemos y, para bien de la humanidad, enseñamos lo aprendido. En medio de las actuales dificultades y tribulaciones, ¡Feliz día panamericano del médico!


SERGIO ISAZA, M. D. – PEDIATRA
PRESIDENTE
FEDERACIÓN MÉDICA COLOMBIANA