En las operaciones no convencionales se inyectan agua, arena y sustancias químicas para fracturar la roca, lo que puede contaminar las aguas subterráneas y generar otros graves problemas.
Una reciente publicación de la Universidad de Harvard (Nature Communications, 13/10/2020), se refiere al aumento de partículas radioactivas en el aire, generadas por procesos no convencionales de fracking. El estudio señala: “Nuestro análisis demuestra que los desarrollos no convencionales de petróleo y gas podrían elevar significativamente el nivel de partículas radioactivas en las comunidades localizadas a favor del viento. Los no convencionales tienen un mayor impacto en las partículas radioactivas, en comparación con los desarrollos convencionales de petróleo y gas”. “Según el análisis de los efectos sobre la salud publicados anteriormente de las partículas radioactivas, es posible que la generalización de los no convencionales pueda inducir efectos adversos para la salud en los residentes cercanos al elevarse las partículas radioactivas”.
En las operaciones no convencionales se inyectan -a alta presión- agua, arena y sustancias químicas para fracturar la roca, lo que puede contaminar las aguas subterráneas y generar otros graves problemas. En este proceso se pueden liberar elementos como el uranio. Los estudiosos señalan: “El isótopo de uranio se descompone”… y en el proceso se generan.. “partículas radiactivas ultrafinas que contienen polonio y plomo. Se cree que estos se adhieren a partículas que están en el aire y son transportados por el viento”. El director del estudio citado, Petros Koutrakis, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, señaló: “Los isótopos de polonio son de los más tóxicos”(The Guardian, 14/10/2020).
En columnas anteriores he citado prohibiciones al fracking en varios países y acreditados estudios que advierten que estos proyectos no convencionales pueden contaminar las aguas subterráneas, han sido asociados a eventos sísmicos y son también liberadores de gases de invernadero, asociados al caos climático. Por lo anterior y más, no se entiende que el Gobierno persista en continuar estos proyectos. La Agencia Nacional de Hidrocarburos publicó “el calendario para el desarrollo de proyectos piloto de investigación de fracking”; tres en el Magdalena Medio.
Sobre el tema, una médica y toxicóloga de la Universidad Nacional advirtió que, para completar, “no hay capacidad técnica en este país para medir; nosotros no contamos con la estructura analítica y robusta de cromatógrafos, de todo lo que se requiere para poder medir en el aire, en el suelo y las personas el impacto que se genera por esas actividades” (Caracol, 15/10/2020).
Por: Jairo Puentes Bruges
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