Debido al constante aumento de casos de COVID-19, expertos en epidemiología solicitan a los mandatarios del área metropolitana mantener restricciones que frenen la velocidad de propagación del coronavirus.
Aunque el Gobierno Nacional anunció la nueva etapa de aislamiento selectivo, médicos epidemiólogos consideran que el área metropolitana de Bucaramanga debe seguir aplicando medidas que eviten el colapso del sistema de salud.
Pese a que en regiones como la costa caribe y Amazonas han ido superando la pandemia, en Santander el panorama es diferente. Esto dijeron los expertos consultados:
El momento de la pandemia en Santander es diferente
A pesar de que para muchos sectores la reapertura es necesaria, pues la crisis económica ha sido insostenible, no se debe olvidar que el momento epidemiológico de Santander no es el mismo de otras regiones del país.
Laura Rodríguez, directora de Investigación y Extensión de la Facultad de Salud de la UIS, explicó que la medida del Gobierno Nacional respecto a la reapertura a partir del 1 de septiembre es muy general y se tomó debido a la situación de las grandes ciudades como Barranquilla, Cali o Bogotá en las que ya están en una fase de descenso en la pandemia.
“Hacemos un llamado muy especial a las autoridades departamentales y municipales de Santander a que consideren que el momento de la pandemia aquí es diferente. Tenemos un rezago de unos meses con respecto a esas ciudades, por tanto el ritmo de la reactivación no puede ser el mismo, estamos todavía en el momento de ascenso y los indicadores de ocupación hospitalaria y la presión sobre los servicios de salud nos lo demuestran”, explicó.
En ese sentido, considera que hay algunas medidas restrictivas que se deben mantener para garantizar el bienestar y la vida de los santandereanos.
“Invitamos a que se evalúe muy bien la situación de los servicios de salud, la situación de los contagios y que las medidas sean acordes con el momento de la pandemia en Santander”, finalizó.
La estrategia del área metropolitana no puede ser la misma del Departamento
Juan José Rey, decano de la Facultad de Salud de la Unab, resaltó que el Gobierno Nacional ha sido claro en que en esta nueva fase cada región tiene que analizar su realidad epidemiológica. En ese sentido, la realidad de Santander es diferente en comparación a otras regiones del país y dentro del mismo departamento.
“Tenemos áreas de muy bajo riesgo y áreas de alto riesgo. El Gobernador puede tomar medidas con una visión muy de región, pero no deberían aplicar para todos los municipios de la misma manera”, indicó.
De hecho, señaló que el área metropolitana de Bucaramanga está pasando por el momento más complejo de la pandemia. “No sabemos hacia adelante que venga, pero posiblemente tengamos semanas de alta incidencia de casos”.
Incluso, invitó a la ciudadanía del área metropolitana a respaldar las decisiones de los alcaldes de no flexibilizar tanto las medidas.
“Me parece que en eso hay que respaldar a los alcaldes, pienso que muchas de las decisiones del Gobernador están relacionadas con el contexto regional del departamento. La reunión del sábado es clave. La estrategia del área metropolitana tiene que ser muy distinta a la del departamento”, agregó.
En ese sentido se debe seguir evolucionando con el Prass, seguir en cuarentena, tener medidas restrictivas. “Este es el momento en donde más cuidado debemos tener”.
Un reto muy grande
Victor Castillo expuso que la nueva fase en el manejo de la pandemia será un reto muy grande para departamentos como los santanderes, Antioquia y Boyacá, debido a que es posible que se aumente el número de contagiados.
Sin embargo, el médico es consciente de que el país no puede mantenerse bajo un estricto confinamiento. “Es un riesgo que hay que tomar. El cuidado pasa a ser muy individual”.
Es decir, de ahora en adelante serán claves los aislamientos selectivos y el cuidado de la gente. “En una pandemia nadie está preparado. Por más esfuerzos, si la gente no se cuida habrá muchas pérdidas humanas. El número de camas se logró ampliar, pero no es suficiente. Si no se cuidan, posiblemente no van a encontrar cama para cuando la requieran”.
“Debemos actuar con inteligencia”
Para Álvaro Javier Idrovo, doctor en Epidemiología y docente del Departamento de Salud Pública de la UIS, la pandemia en Santander no va al ritmo del país, por lo tanto las decisiones deben tomarse de manera inteligente, pensando en la vigilancia en salud pública y por supuesto en las personas.
“No hemos hecho la preparación en vigilancia en salud pública que sería la que nos permitiría salir. El primer avance de la estrategia Prass debería analizarse así: ¿Cómo les fue?, ¿Qué se debe mejorar?, ¿Qué hay que modificar? ¿Hay que mejorar los laboratorios? ¿Cuántas camas de UCI tenemos?”, advirtió el médico y doctor en epidemiología.
Sumado a esto, se mostró preocupado porque la situación del Hospital Universitario de Santander no es la más favorable. “Hoy puedo decir que en el HUS estamos saturados. Desde ayer Le comunicamos a la Secretaría de Salud de Santander que ya no se van a poder recibir pacientes”, indicó.
Dijo además, que hay un momento crítico que se está configurando cada vez más y que se están tomando decisiones que resultan contrarias a lo que se recomienda. “Si ocurre esto en dos o tres semanas estaremos en el peor momento”.
En su concepto, si la reapertura en el departamento es una realidad, lastimosamente habrá más muertes por cuenta de la enfermedad. En la actualidad, la tasa de mortalidad de Santander se encuentra por encima del promedio nacional.
“Se tomó una decisión generalizada que nos pone a pensar en que tal vez lo que se busca es llegar rápidamente al pico de la pandemia, incluso acelerarlo, pero eso dolorosamente implica más contagios y más muertes”.
Según las proyecciones epidemiológicas, el pico del virus en el departamento se daría a mediados de octubre, sin embargo, con la nueva fase en la que entra el país, podría darse en dos o tres semanas.
Mayor responsabilidad ciudadana
El doctor Carlos Trillos Peña, epidemiólogo y docente de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, considera que la fase de aislamiento selectivo en el país hace parte del paso a paso del manejo de la pandemia, y se definió con criterios técnicos y epidemiológicos con una óptica nacional.
El experto recuerda que, si bien la decisión permite una mayor apertura económica, no se descartan las restricciones en las zonas con mayores contagios, lo cual depende del comportamiento epidemiológico. “Las autoridades han tenido en cuenta que la pandemia se comporta de forma diferente y asincrónica en las regiones del país”.
Por esta razón, resalta que el decreto 1168 del 25 de agosto del 2020 tiene especificaciones que implican que se mantendrá la vigilancia de las autoridades y advierte que pensar que la pandemia y las medidas de control se acabaron, están equivocados. El virus continúa circulando, con una dinámica distinta en cada municipio, por lo que las personas no deben bajar la guardia.
“Realmente lo que hay es la implementación de unas medidas diferentes, con una flexibilización necesaria. Cada región debe identificar los municipios de mayor y menor riesgo. Por ejemplo, en Santander hay municipios con mayor transmisión que otros, como Bucaramanga, Floridablanca y Barrancabermeja, así que cada alcalde debe revisar las medidas y ser muy estricto, contando siempre con el apoyo técnico de las autoridades sanitarias regionales y nacionales”, comenta Trillos Peña.
El médico insiste que, con las nuevas medidas, los ciudadanos no deben pensar que se acabó la pandemia. En Europa y en muchos lugares del mundo flexibilizaron antes que nosotros, cuando hubo indicación epidemiológica, e hicieron énfasis específico en todas las medidas preventivas por parte de la ciudadanía, con rebrotes en algunos sitios por relajar la prevención. Es muy importante para que la curva descienda y se controle la pandemia todos colaboremos”, Subraya.
Trillos considera que el punto clave es la responsabilidad de cada individuo. “Hay que ser muy cautos con las reuniones y visitas a familiares, debemos mantener todas las medidas de precaución. El virus sigue en la calle y no debemos traerlo a la casa, debemos cuidar a nuestros seres queridos y cuidarnos”.
El docente advierte que quienes padecen afectaciones económicas y sociales llegan a un punto en que no resisten más y dicha situación puede desembocar en hechos, que, si bien obedecen a necesidades sentidas, pueden ser contraproducentes, como las protestas registradas por parte de comerciantes en Bogotá, aglomeraciones con alto riesgo, que pueden aumentar la circulación viral.
Carlos Trillos recalca que la nueva flexibilización no solo beneficiará la economía sino la salud mental de los colombianos. “Esta apertura no significa que la economía sea más importante que la salud. Hace parte de un equilibrio, por lo que se requiere un trabajo interdisciplinario que considere todos los sectores”.
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TOMADO DE: Vanguardia.com
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